

R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 19, n. 76, p. 72 - 85, out. - dez. 2016
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Después de los atentados de París de principios y finales de 2015,
atribuidos a grupos yihadistas
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, en Europa y EE.UU. se ha dado un salto
cualitativo en la propagación de la islamofobia, esto es, de un racismo di-
rigido preferentemente contra las personas de religión islámica, las cuales
son vistas por los nuevos racistas como personas propensas a practicar el
terrorismo debido al carácter fanático de sus creencias religiosas. Dicho
discurso ha contribuido al crecimiento electoral de la extrema derecha
en EE.UU y los países de la UE. Estas nuevas fuerzas políticas tienen en
común la islamofobia de una forma similar a como sus antecesores de
hace ochenta años tenían en común la judeofobia.
3. SOBRE LA LEGITIMACIÓN SOCIAL DEL DERECHO PENAL DE AUTOR
Es muy importante preguntarse cómo se ha generado la legitimaci-
ón social del retorno del derecho penal de autor. Obviamente, cualquier
intento de contestar seriamente a esta cuestión nos llevaría muy lejos y,
además, es una tarea que debe apoyarse en investigaciones de sociólogos
e historiadores que, en buena medida, todavía están por hacer.
Ahora bien, tentativamente no parecen descabelladas las siguien-
tes reflexiones.
En primer lugar, vale la pena recordar que el terrorismo es una
amenaza mínima, en términos estadísticos, a la vida y la integridad física
de las personas que viven en las sociedades occidentales.
Los ciudadanos de EE.UU. tienen muchas más probabilidades esta-
dísticas de morir de forma violenta a consecuencia del uso de las armas
de fuego por parte de pequeños delincuentes, adolescentes sociópatas o
por enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes, que por actos de
terrorismo. En Europa, es mucho más probable estadísticamente la muer-
te o la minusvalía de por vida causadas por un accidente de tráfico o por
la violencia de género, que no por el terrorismo.
Sin embargo, desde 2001, las reales o supuestas amenazas terroris-
tas ocupan un espacio desmesurado en los discursos de los dirigenes po-
líticos y en los grandes medios de comunicación, por no hablar de su uso
frecuente como argumento recurrente de
best-sellers
, películas, series de
TV, juegos de ordenador, etc..
16 Lo cual favorece la criminalización del islamismo dado que todos los creyentes de dicha religión deben practicar
la yihad, esto es, deben esforzarse por ser unos buenos musulmanes, lo cual incluye desde practicar el ramadán y
otros preceptos morales hasta la defensa de la propia fe religiosa frente a sus adversarios. En ese sentido, todos los
musulmanes son yihadistas.