

R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 19, n. 72, p. 93 - 139, jan. - mar. 2016
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II. LA POLÍTICA DEMOCRÁTICA (UN MODELO NO LIBERAL)
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Todo orden social es de naturaleza hegemónica y es la expresión de
un cierto estado de las relaciones de poder existentes.
La sociedad está marcada por la contingencia y el antagonismo está
siempre presente.
Por tanto no hay sino la posibilidad de un consenso conflictual: la
búsqueda de un consenso estable y sin exclusión es ilusorio tanto como
la idea de una sociedad perfectamente reconciliada y armónica (expre-
sión y consecuencia del modelo liberal fundado en la racionalidad y el
individuo).
Así, lo que en un momento se visualiza como el “orden natural” o
lo que se define y/o es invocado como “sentido común” siempre es una
configuración posible de relaciones de poder o en otros términos nunca
son ajenos a las “prácticas que le dieron origen”.
Por tanto todo orden, toda hegemonía es susceptible de ser desa-
fiada por las prácticas contrahegemónicas que intentan desactivarlo en un
esfuerzo por instalar otra forma de hegemonía.
Las luchas contrahegemónicas son intervenciones teórico-políticas
en distintos ámbitos. Mouffe distingue entre lo político: dimensión onto-
lógica del antagonismo; la política: conjunto de prácticas e instituciones
cuyo objetivo es organizar la coexistencia humana que siempre se ejercen
en el terreno de la “conflictividad de lo político” y la política democrá-
tica (en un modelo de pluralismo agonista) que tiene como tarea clave
proporcionar instituciones que permitan que los conflictos adopten una
forma donde los oponentes se reconozcan como adversarios y no como
enemigos.
Esta es la diferencia entre la lógica amigo / enemigo y el consenso
conflictual. Ellos / nosotros es la forma del/de los conflictos que se trami-
tan sin disolverse. Por eso el consenso posible siempre es conflictual.
Ni las cuestiones políticas ni las jurídicas son “nuevas cuestiones
técnicas” a ser resueltas por expertos. Siempre involucran decisiones que
requieren una elección entre alternativas opuestas. Esto es lo que encu-
bre el enfoque liberal, racionalista y universalista que no puede concebir
el carácter pluralista y conflictivo del mundo social y la imposibilidad de un
consenso universal basado en la razón (que es su propuesta fundacional).
4 Conf. MOUFFE, Chantall;
“Agonística. Pensar el mundo políticamente”
; Fondo de Cultura Económica, Bs. As., 2014.