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R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 19, n. 72, p. 82 - 92, jan. - mar. 2016

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muerta más”, lanzada por las activistas de todo el continente. Esta cam-

paña permitió que se comenzaran a hacer estudios sobre el femicidio en

distintos países, estudios en que las propias organizaciones de mujeres

buscaban en la prensa, principalmente, cuántos eran los casos de asesi-

natos de mujeres.

Otro factor que considero importante considerar para comprender

por qué se han dado estos procesos de tipificación del femicidio en Lati-

noamérica, es el relativo incremento de la violencia en nivel continental, y

en particular en algunas regiones de México y de Centroamérica.

La agudización de la violencia a partir de la década de 1990 no era

fenómeno exclusivo de Ciudad Juárez. Al cabo de poco tiempo fue evi-

dente que femicidios/feminicidios muy similares se cometían también en

países como Guatemala, el Salvador, Honduras. Estos crímenes estaban

muy vinculados a los contextos de criminalidad organizada y también a

los altos niveles de impunidad en aquellos países. De hecho, uno de los

pocos estudios comparados existentes realizado por Ana Carcedo y otras

activistas centroamericanas en 2010, muestra que desde el año 2000 hay

un incremento de tasa de homicidios en Centroamérica. Y aunque los ase-

sinatos de mujeres son una minoría, dentro del total de homicidios, el

incremento de los homicidios de mujeres es mayor al de los de hombres.

Por ejemplo, en el Salvador entre el año 2000 y el año 2006 los homicidios

de hombres se incrementaron en un 40% y los homicidios de mujeres en

111%. Un fenómeno similar ocurría en Guatemala y en Honduras. En este

último país, el incremento era casi 4 veces mayor entre 2003 y 2007.

Son muchos los factores que han incidido en este incremento de

la violencia en México y en Centroamérica. Por una parte, los elementos

históricos en el caso de Centroamérica, los conflictos armados del pasado

y compromisos de los procesos de paz que en muchos casos permane-

cen incumplidos, así como la impunidad por gran parte de los crímenes

de lesa humanidad cometidos. Grupos armados que no dejaron de existir

desde la época de conflicto armado, sino que se transformaron en grupos

armados en el contexto de la criminalidad organizada y que siguieron fun-

cionando como grupos armados paralelos a los oficiales.

Otro factor crítico ha sido el de la llamada “guerra contra las dro-

gas”, un factor que ha determinado que, por ejemplo, en México, actual-

mente y desde el año pasado, por primera vez en décadas descienda la

esperanza de vida, a causa del incremento de los asesinatos. En el caso de