Background Image
Previous Page  325 / 590 Next Page
Basic version Information
Show Menu
Previous Page 325 / 590 Next Page
Page Background

R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 18, n. 67, p. 317 - 329, jan - fev. 2015

325

Democracia incompleta

versus

Democracia interrumpida

El proceso de democratización de las sociedades modernas se en-

cuentra estancado y se ha convertido en un proceso incompleto e incon-

cluso. La democracia no ha conseguido llegar plenamente al ámbito de

la empresa, ni al aparato administrativo. Subsisten numerosos poderes

privados, opacos y secretos (

arcana imperi

), que la democracia moderna

no ha conseguido democratizar, visibilizar, ni siquiera hacer que su ges-

tión fuera transparente. Subsiste un gran número de excluidos y margi-

nados de la promesa moderna de la universalidad de los derechos y de

la ciudadanía. Y, como dijo Castoriadis, si no participan

todos

(la

paideia

democrática), es la estructura democrática de la sociedad la que se debi-

lita

8

. También la opacidad y el corporativismo siguen señoreando muchos

espacios de la administración pública, fundamentalmente, de la adminis-

tración de justicia.

La educación cívica, pública y laica, como promesa de emancipaci-

ón de la ciudadanía, de empoderamiento y de capacitación para pensar

y decidir libremente, tampoco ha conseguido sus objetivos. Al contrario,

la educación

burguesa

ha perpetuado las desigualdades, condenando a

muchos al ostracismo del silencio o la reproducción de la cultura hege-

mónica. El derecho a la educación pública nació en la Modernidad occi-

dental con la pretensión de dotar a la ciudadanía (y especialmente a las

clases populares) de los instrumentos cognitivos y culturales indispensa-

bles para formarse autónomamente objetivos, ideas, preferencias. No ha

conseguido plenamente estos objetivos y, actualmente, se encuentra en

vías de privatización, siendo entonces los proveedores privados los que

suministraran la educación para los que tengan solvencia económica para

consumirla. La democracia moderna no han conseguido alcanzar un ca-

rácter social, ni económico.

Además, este proceso inconcluso se ha visto bruscamente inter-

rumpido por la fuerza compulsiva de unos hechos llevados a cabo por

el asalto neoliberal y oligárquico al poder democrático en las últimas dé-

cadas

9

. El maridaje feliz entre capitalismo y democracia, efímeramente

8 Esto se corresponde con la idea de que “no puede haber sociedad democrática sin paideia democrática”, defendi-

da siempre por Cornellius Castoriadis, “La democracia como procedimiento y como régimen”, en

Leviatán,

62, 1995.

9 Un interesante relato sobre la ofensiva de las oligarquías empresariales y financieras a los logros democráticos del

constitucionalismo de los derechos y la consecuencia de la misma en nuestras sociedades occidentales, se puede

encontrar en Gerardo Pisarello,

Un largo Termidor. La ofensiva del constitucionalismo antidemocrático

, Editorial

Trotta, Madrid, 2011.