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R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 18, n. 67, p. 105 - 118, jan - fev. 2015

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hoy es imposible siquiera mantener una discusión pública serena sobre

este tema. Las iglesias católica y evangélica, principalmente, convierten

en una batalla simbólica campal cada intento de poner sobre la mesa ra-

zones para una normación del aborto según los principios laicos que des-

de un punto de vista constitucional debieran corresponder a una repúbli-

ca aconfesional como la brasileña.

Pero algo parecido sucede en países como España, donde el po-

der social y político de la Iglesia católica (fruto de una transición de la

dictadura a la democracia muy incompleta) ha impedido hasta la fecha

(a pesar de avances significativos producidos en los últimos años) una au-

todeterminación en materia de moral sexual y familiar, similar a la que

gozan países como Holanda (con el menor índice mundial de embarazos

no deseados) o Noruega (con la mayor proporción de mujeres en lo alto

del escalafón laboral). Podría decirse que los países que en los albores de

la modernidad política acometieron la Contrarreforma siguen lastrados

aún hoy por las estrecheces de la horma sexual cristiana.

Este artículo pretende reflexionar sobre el tratamiento jurídico del

aborto desde una perspectiva laica y aconfesional, aportando razones (y

no pasiones) para una reforma democratizadora de la interrupción del

embarazo a la altura de un país moderno como Brasil.

2. Mujeres minoradas socialmente

Una de las cosas que está mostrando la crisis mundial (a pesar de la

desatención que recibe en la opinión pública) es que, cuando la economía

retrocede, las mujeres son las más perjudicadas en términos de género.

Es decir, que los avances logrados en este campo por los sujetos subordi-

nados en la estructura social patriarcal (traducidos en derechos que a su

vez tienen un coste económico cuantificable para el estado y para otros

sujetos) están condicionados a la evolución del campo económico

1

.

Se agrava así una situación de desigualdad estructural que vemos

plasmada cada día en las mujeres extranjeras en situación irregular, en las

prostitutas a quienes se niegan los derechos laborales básicos, en las muje-

1 Lo he mostrado en: “La crisis económica como oportunidad para repensar las relaciones de género”,

Cuadernos

Electrónicos de Filosofía del Derecho

, nº 25, junio 2012, p. 1-23,

http://ojs.uv.es/index.php/CEFD.

Sobre el carácter

económico, cuantificable, de los derechos, que permite hacer una lectura no idealista de los mismos, vid.: ESTÉVEZ,

JOSÉ ANTONIO (ed.).

El libro de los deberes

. Madrid: Trotta, 2013, en cuyo capítulo V analizo desde esta óptica las

limitaciones de las estrategias de conquista de derechos sexuales.