

R. EMERJ, Rio de Janeiro, v. 18, n. 67, p. 317 - 329, jan - fev. 2015
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Vivimos, pues, momentos de
desdemocratización
de la democra-
cia
3
. La situación actual no responde a un avance en la democratización de
las sociedades, sino a un retroceso democrático, que puede afectar gra-
vemente a las estructuras políticas de la modernidad, en las que todavía
vivimos, alterando las relaciones entre la ciudadanía y el Estado.
Las aportaciones científicas y técnicas de la mano de las nuevas tec-
nologías (ICT) se quedan escasas, porque estamos ante cambios funda-
cionales, que afectan a los consensos básicos de las sociedades modernas.
El escenario es de un tránsito paradigmático, que nos obliga a adoptar una
nueva concepción del mundo, una epistemología para toda la humanidad.
Con los datos aportados desde los diferentes conocimientos científicos y
con los instrumentos tecnológicos, hemos de ser capaces de definir qué
mundo queremos, qué dignidad y qué tipo de seres humanos, cómo articu-
lamos nuestras sociedades. La cuestión inmediata está en saber, si seremos
ahora capaces de construir una alternativa cívica y política desde los dife-
rentes sectores, que aparecen como víctimas del sistema actual.
Derechización de la Sociedad
La nueva derecha neoliberal de Europa lleva años ganando la ba-
talla electoral a la izquierda. Ha sido capaz de captar el voto de las clases
medias y bajas (trabajadoras y populares), que han sufrido en las últimas
décadas los efectos negativos de la globalización económica y de la ges-
tión política de la crisis financiera. Lo ha conseguido, especialmente, en-
tre los excluidos económica y culturalmente de la sociedad, los sectores
de electores primerizos y entre el colectivo cada vez más amplio de los
desclasados
4
o ciudadanos que han descendido de clase social. Y lo ha
hecho con un discurso populista y autoritario, que lanza mensajes sim-
ples, provincianos (en ocasiones
euroescépticos
e, incluso,
euro fóbicos
)
y supuestamente tranquilizadores, pero que no aborda directamente el
debate socioeconómico en la discusión política, ni aporta soluciones.
3 La democracia es un proceso que genera tensiones continuas entre “democratización y desdemocratización”, en
opinión de Chales Tilly,
Democracy
, Cambridge University Press, 2007.
4 El
desclasamiento
es un concepto complejo. Pueden distinguirse dos tipos de desclasamiento: uno es el que suce-
de durante la vida laboral después de la pérdida de un empleo; y otro es intergeneracional: afecta a los trabajadores
que no han conseguido mantener la posición socio-profesional de sus padres. Cf. Camille Peugny,
Le Desclassement,
Ed. Grasset, Francia, 2009.